Los fabricantes de consolas no son ajenos a sacar revisiones de sus productos. Nintendo, en específico, suele hacerlo más que los demás pero también hemos visto varias versiones de PlayStation y de Xbox salir al mercado.
Hasta ahora, la mayoría eran ajustes al diseño de la consola pero no había diferencia en sus capacidades. Por poner ejemplos, no había diferencia de lo que podías jugar entre el Nintendo DS original y el Nintendo DS Lite. Tampoco había diferencia entre tener un PS3 original y un PS3 Slim. Todos los juegos eran compatibles y corrían exactamente igual.
Si bien yo he caído en comprar algunas revisiones (pasé del 3DS original al 3DS XL y de ahí al New 3DS XL…), generalmente no sentía que fueran necesarias. Mi PS3 es el modelo original que parece elefante y el Slim, por más atractivo y silencioso que fuera, no me ofrecía nada que me obligara a cambiar. Y así era el ciclo de consolas. Hasta ahora.
Tomando nota del modelo que sigue Apple con el lanzamiento de sus productos, Sony y Microsoft se suben al tren de los modelos iterativos. Específicamente, estoy hablando del modelo del iPhone.
Actualmente, el iPhone tiene un lanzamiento de número (4, 5, 6, 7) y un lanzamiento de actualización (4S, 5S, 6S y el inevitable 7S). Entre cada modelo se actualiza el hardware y se le hacen mejoras al teléfono. Con esto, el modelo «S» siempre es mejor al anterior aunque sigan compartiendo el diseño, algunas especificaciones y el número.
Si bien todos estamos conscientes de que con esa agenda de lanzamientos pretenden que cambiemos cada año de modelo, no evita el hecho de que realmente pase. Y ahora, parece que los fabricantes de consolas están apostándole a lo mismo.
PlayStation lanzará en noviembre el PlayStation 4 Pro, su primer consola iterativa. No solo es un cambio estético al diseño original del PS4 (¡ahora es el doble de gordo!) sino que también tiene varias mejoras al hardware. Lo más notorio es que PS4 Pro soporta una salida de 4K (aunque no nativa) a diferencia de Full HD 1080p del modelo original.
Microsoft, por su lado, tiene a Project Scorpio. Los detalles de esta consola aún no están totalmente claros pero prometen que Scorpio sí correrá juegos en 4K nativo. Su lanzamiento está previsto para finales de 2017. Mientras tanto, el Xbox One S ofrece algunas mejoras sobre el modelo original como la capacidad de escalar juegos 1080p a 4K .
Tal vez no estamos viendo una copia exacta de la situación de Apple (ambas consolas se lanzaron originalmente en 2013) pero definitivamente se siente familiar.
Sobre si vale la pena cambiar nuestras consolas por su versión más poderosa (y hablando como mexicano): no. Las televisiones 4K no son comunes aún y ni qué decir de los precios que se están manejando con la subida del dólar a 20 pesos.
La única razón que me podría convencer es mejor rendimiento para VR pero aún así… Creo que estamos a unos años de que realmente valga la pena tenerlo. Y tal vez el dólar baje. Ja.
